RENACIDOS
ANÁLISIS
DE UN LECTOR EMPEDERNIDO
por Ricky Ruiz
Continuando con los expedientes de Aristarco de Alejandría, vemos como el destino, o quizás la casualidad, llevan a Aristarco y a Graco a la Sicila del año 132 A.C., azotada por una guerra que acecha a estas tierras desde hace años.
En un entorno deshumanizado por
la guerra y el caos, producido todo ello por los continuos abusos, vejaciones y
castigos sufridos por los esclavos, nuestros protagonistas se ven inmersos en tal atmósfera, pues buscando la verdad de unos hechos tan brutales como extraños, entrarán en el
centro de una vorágine de destrucción y maldad sin límites.
Publio Rupilio lleva a cabo una
búsqueda y captura, de todos aquellos rebeldes que en su lucha por la libertad
y dignidad se han mostrado contrarios a la ley romana imperante en la época,
mostrando una especial y enfermiza forma de castigo a quienes finalmente caen
cautivos y viven para sufrirlo, con independencia de su edad, sexo o cualquier
otra condición.
A su vez, en este mismo contexto,
se escuchan rumores de que un mal se cierne en villas aisladas convirtiendo a
sus moradores en bestias humanas con un voraz afán de destrucción, que provocan
en su locura la total destrucción de vida, en una orgía caótica de sangre y
canibalismo, sin más testigos de lo ocurrido que mudas casas y calles junto con
cuerpos despedazados por doquier.Persiguiendo tales sucesos,
Aristarco y Graco se enfrentaran a la que posiblemente sea la situación límite
más desesperante de sus vidas, haciendo
a ambos bajar a las profundidades de lo desconocido.
En esta obra su autor, no ha
querido dejarse nada en el tintero, y a volcado toda su imaginación mostrando
sin tapujos, la naturaleza humana en su vertiente más animal, despojando a ésta
de todas sus capas, y mostrando lo que se esconde en los más íntimos instintos,
y que sale al exterior por histeria colectiva, o porque la razón y el sentido común desaparecen.
Las distintas situaciones que se
plantean, están cargadas de una fuerte realidad, por lo que es fácil durante la
lectura de la obra verse inmerso en ella, entrando en total empatía con los
distintos personajes.
En la lectura de la obra, me ha
resultado muy agradable ver una magnifica y poética narración sumada a un
detalle en los escenarios y la trama (como en el resto de las obras)
delicadamente cinematográfico.
Sobre las escenas de acción y
lucha: Uff… qué decir.... El lujo que tiene leer a un Maestro de Artes
Marciales con una dedicación y profesionalidad, asentada a lo largo de los años
y que además sabe y le gusta
escribir. Para un practicante como es mi
caso y amante de las Artes Marciales, sin duda un regalo que pasara a formar
parte de mi colección de material de primera.
"Así que detuvo su marcha en
mitad de una de las angostas vías. Su estrechez era tal, que podían tocarse los
muros de ambos lados, con solo extender los brazos........................ Por
otra parte, la rabia contenida no era una gran aliada, sino podía trasmitir esa
energía abrumadora a la gélida compostura que arropa a los vencedores; a los que
han perdido el miedo a la muerte".
Sobre la parte filosófica solo
puedo decir al respecto:
En mi mas modesta opinión: Soberbia.
A mí es sin duda lo que más me ha
impresionado y cautivado de la obra; sin duda, años de reflexión y pensamiento
plasmados en un relato que pone a los personajes de la historia en momentos tales, que
determinados pensamientos sobre nuestra propia naturaleza y en definitiva sobre
nuestro propio ser, cobran un sentido primordial, al verse sin las cadenas del
día a día, ni las presiones mundanas.
El capitulo: La espada de
Damocles: Brutal.
"Sonido de pasos.....
La muerte viró en redondo,
haciendo silbar la hoja de su espada............... La parca escondió su
guadaña en la vaina a su espalda, para saborear el combate cuerpo a
cuerpo.......... La siniestra figura prosiguió su carnicería en el piso
superior, puerta por puerta, habitación por habitación.........
Silencio........
Como un felino, la torva
figura quedo detenida, escuchando su propia respiración, aguzando los oídos.
Lentamente se desplazo hacia la escalera..........
Muerte a la muerte..........."
Yo he de reconocer que no he
leído este libro, como un libro de aventuras. De ser así, no habría
siquiera tocado superficialmente su contenido.
Recomiendo a quien quiera leerlo,
que lo haga sin prejuicios, y menos aún sometido a ataduras y
convencionalismos.
Horacio, Odas III, 1
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